miércoles, 12 de mayo de 2010

MEMORIAS DE UN EGRESADO PARTE 7

Habían momentos en los cuales uno sentía se iban las fuerzas, una especie de presión sobre el pecho, una angustia que desesperaba y te llevaba al borde de la depresión. A veces no se sabía por qué daba esa sensación, solo que cuando ocurría era necesario tomarse un tiempo para pensar con cabeza fría y buscar dentro de si la mejor forma de superar esos momentos de incertidumbre. Sin embargo, haciendo las sumas y las restas entre las alegrías y penas, que duda cabe que esos momentos de temores y penumbra resultan insignificantes. Cada uno a su manera experimento alguna situación donde el desgano y el desaliento quería ser más en nosotros, pero también fuimos capaces de superar las angustias para asegurar que nuestra meta sea completada a como de lugar.

Es con esta pequeña reflexión que inicio la última memoria de egresado, las cuales me han ayudado a recordar muchos episodios que me ayudaron a mejorar como persona, así como dejar un recuerdo en la posteridad para quienes las lean y vean lo hermoso que es la vida universitaria, más aún si es en San Marcos.

Los lunes arrancábamos la jornada con la Dra. Vicenta Sandoval, a cargo de Práctica de Derecho Civil y Procesal Civil, que resultó ser una cátedra bastante dinámica así como rigurosa, sobre todo en los ejercicios y prácticas semanales que nos dejaron. Que duda cabe que a ese nivel jugó un buen papel el asistente, Dr. Luis Lazo, que siempre estuvo pendientes de la orientación debida a las tareas que se dejaban y en cuanto tenía la oportunidad de desarrollar un tema académico lo hacía magistralmente. Un grato recuerdo de esta cátedra está en el ejercicio de sustentación de expediente que la Dra. Nos tomó como evaluación final, tarea que cumpliría un gran papel en la cuestión académico formativa de quienes integrábamos la cátedra, pues era importante practicar y reforzar la oratoria y recursos necesarios para salir airosos en el fin de carrera.

Seguía a esta clase la de Derecho Judicial e Interpretación Jurídica, a cargo del Magistrado Saúl Peña Farfán, cuya metodología en las clases resultó de sumo interés por traer un adecuado material de lectura, que permitía una mejor perspectiva respecto a las soluciones a formularse para resolver las dificultades que afronta el sistema judicial peruano, donde es imperativo hacer cambios pero con un sustento técnico el cual garantice resultados. Tuve la oportunidad de exponer 2 veces y apreciar como los demás compañeros que exponían también habían avanzado sobre manera en su oratoria y calidad expresiva, demostrando una vez más que todos estamos creciendo y nunca dejamos de hacerlo, esto en verdad alentaba a seguir mejorando.

Los martes solo tenía un curso, aunque para mi resultaba un día con fuerte labor pues me correspondía asistir al Dr. Palomino Manchego en sus clases de Historia de la Cultura y Derecho Constitucional I. Me reafirmo en lo que señale en una entrega anterior, no hay experiencia más gratificante y enriquecedora que apoyar en que una cátedra salga adelanta y se garantice que los estudiantes culminen satisfechos y habiendo aprendido según los objetivos del curso. Definitivamente se requiero de esfuerzo y dedicación, pero al ver los resultados el trabajo queda compensado satisfactoriamente. Acabando mi labor en esas dos aulas era el turno del curso de Derecho de Sucesiones, una vez más con el Dr. Zárate del Pino (el mismo de Familia), que generó mucha expectativa entre los compañeros de la base, así también porque era frecuentemente asediado por buenas preguntas que favorecían a estar anticipados a casos que podrían presentarse en el cotidiano de nuestras labores. A pesar que el curso culminaba tarde la clase permanecía atenta, muchos guiándonos con el libro del profesor, para asegurar que los temas no nos sorprendieran cuando fuera el parcial u el final, aunque siendo sinceros me sorprendieron una vez más. Los Beatles con Max a la cabeza (entre las muchas razones por ser el quien tiene un excelente manejo y conocimiento de los temas jurídicos más importantes, así como una capacidad racional muy aguda) llevábamos el curso, también estaba Patty Camacho, que siempre despertaba el interés con los casos que planteaba, Yelitza, quien también participaba y era así desde Derecho de las Personas con Espinoza en 2do año, Pilar Pretell, un referente en todo el sentido de la palabra, Natalie (una buena amiga, sobre todo vía facebook estos últimos meses y fanática de The big bang theory) a quien siempre la veía tomando su colectivo directo a la Av. Abancay, así como a Milagros García, que siempre llegaba después debido a que tenía un cruce de horarios con el Dr. Ghersi y el curso de análisis económico del Derecho. Con más de un susto, sobre todo en el examen final, y a pesar del drama de no saber mi nota hasta hace unos días (aprobado afortunadamente) sigo teniendo el más alto de los conceptos respecto del Dr. Zárate (quien dígase de paso es uno de nuestros padrinos de promoción) y su asistente Carlos Grimaldo. No puedo dejar de mencionar nuestra expo, la cual fue postergada infinidad de veces, pero que al final resultó aprobada (buena Beatles)

Los miércoles el asunto se ponía color de hormiga, pues tenía tres cursos desde las 6pm hasta las 10:30pm y no eran muy sencillos que digamos. Comenzaba la tarde con Ejecución Penal, a cargo del Dr. Small Arana, con quien se entendió de una perspectiva significativa las cuestiones relativas al régimen penitenciario en nuestro país. Me dio pena no participar del viaje a Huaraz que se programó y fue todo un éxito, pero estoy seguro que quienes lo disfrutaron de verdad siempre tendrán el mejor de los recuerdos de la Base 2004, y los que no solo queda sacarnos el clavo en la clase magistral y la graduación. Que duda cabe que lo infartante de este curso fue su examen parcial, el cual llevó a la paranoia a muchos. María Paz fue la delegada e hizo una buena labor, sobre todo en asegurar que el Dr. Small considerara las participaciones de los estudiantes en las exposiciones conforme se había programado. Justo en este curso sería la última exposición que haría en San Marcos, con el trabajo monográfico en grupo que hicimos Pablo, Rolando Breña, Jesús Tinoco (el terror de las colegialas) y Rossi Beltrán (otra excelente compañera con quien tuve el gusto de compartir, entre otras cosas, la presión del trabajo y la expo, menos mal que nos fue bien); ese trabajo si que hizo sudar frío a toda la promoción pero al margen de los sustos a todos les fue bien (aún recuerdo que los grupos celebraban si es que el Dr. Small no los mandaba a rehacer).

Terminando con el Dr. Small Arana (otro de nuestros padrinos) llegaba el turno del Dr. Soria Alarcón, en el tema de Derecho Registral y Notarial, curso aparentemente sencillo pero que a más de uno hizo que se nos baje la presión, con los truculentos que eran sus exámenes. Menos mal que contaba con materiales de apoyo los cuales ayudaban a guiarse dentro de la infinidad de temas que el profesor desarrollaba en cada clase. Recuerdo en el aula a Blanca Mamani, a Saúl, a los Beatles obviamente, entre otros compañeros.

La última hora si era para poner los pelos de punta, era la cátedra de Derecho Tributario II con la Dra. Seijas, la cual conformábamos 4 compañeros, Jesus Tinoco, Fernando Ascurra (El Ringo Starr del grupo), mi querida Patty Berrú (la consentida de la profesora jejejeje) y este servidor (que tuvo la responsabilidad de ser el delegado). Fue una cátedra bastante integradora para con la Dra. Seijas, una maestra a carta cabal, sobre todo por la preocupación y paciencia que nos tuvo, los materiales que ella misma elaboraba, actualiza y repartía y los muchos ceros que me saqué en sus exámenes calificados semanales. Pero que duda cabe fue una cátedra para aprender y compartir más entre quienes llevábamos el curso.

Los jueves arrancábamos con el Dr. Octavio Delgado, en el aula 312 donde siempre, por alguna razón, me daba un sueño terrible, obligando a Angela y Mariella a despertarme cuando mis cabezazos eran más que evidentes. Asumió la delegatura Patty Berrú, a quienes acosábamos para saber que sería de nosotros antes las constantes inasistencias del Dr. Delgado a las clases y siempre andábamos haciéndole la guardia y timbrándonos en caso venga. Blanca Capcha también estaba en esa aula, siempre atenta con su cuaderno de apuntes que muchas veces, abusando groseramente de su confianza, se lo pedía prestado por el sueño que me vencía; Geraldine también estaba en el curso, una de las pocas clases en las que podía verla y conversar amenamente con ella, también estaba Melissa Serra, una simpática compañera a quien conocí en la fiesta de Mary Chaupis en 2007; Pablo también estaba en el curso (creo que solo no llevamos juntos ese año Tributario y sucesiones, el resto, como equipo); Massiel Mendoza también estaba en la clase, vacilándose de mis ronquidos, entre otros compañeros.

A las 7:30 me tocaba el curso de Práctica de Derecho Penal y Procesal Penal, a cargo del magistrado Brousset Salas. El Dr. Brousset tenía ese estilo de los catedráticos magistrales a la hora de impartir, muy cuidadoso con la información que se brindaba y asegurándose que todo este conforme a la normas vigentes. Siempre consideré a su forma de evaluación la más idónea dentro de los profesores de 6to año, un examen, un trabajo y un ejercicio (en este caso, una simulación de juicio). Como olvidar esa simulación donde Max harías las veces de juez (y si que le salió bien), David Rosales haría del implacable fiscal (otro papel bien logrado), Angela se encargaría de representar a la parte civil y lo hizo pulcramente, finalmente Pablo se haría cargo de la defensa ¿y el acusado? Pues este servidor (eso si fue una payasada) pero a pesar de las cóleras de los ensayos la cosa salió mejor de lo que esperábamos.

Las 9:30 era la hora esperada por muchos (sarcasmo) tocaba el curso de Derecho Procesal del Trabajo a cargo del Dr. Huancahuari en el 349. Llevaba el curso cerca de 200 alumnos de la base. Siendo sinceros el curso no desarrolló casi nada de lo que esperábamos, salvo algunos aspectos generales de procesal que ya teníamos conocimientos previos y las posturas que tenía en clase dejaban mucho que desear, pues a pesar de sus inasistencias criticaba a los docentes que llegaban tarde a sus cátedras y en cierta manera complicaba las cosas al alumnado, cuando el docente debe facilitar conocimientos, no obstruirlos ni generar la sensación de ir por obligación a la clase bajo amenazas, al menos en 6to año se puede ser más comprensivo por cuanto los compañeros o bien trabajan en el sector público o privado o hacen el SECIGRA. Lo rescatable fueron las lecturas que si eran de utilidad, digeribles y manejables. Recuerdo que Milagros García sería la delegada en nuestra y en verdad que tuvo que manejar las cosas con sumo cuidado, pues 200 en un aula no es cosa de juego (pueden haber accidentes jejejje).

Culminaba la semana con el curso de Derecho de la Seguridad Social a cargo del Dr. Solís Espinoza, quien una vez más me dictaba. La metodología del Dr. era la misma que en Dercho Administrativo, un examen, un trabajo y su respectiva exposición. Nuevamente fue el profesor con más alumnos matriculados, pero cuyas clases la gente más inasistía. El Dr. Solís se caracteriza por resaltar la cuestión social dentro de los temas que aborda y que mejor que los temas que se abordaron en el curso, como los regímenes pensionarios, el seguro social y la protección del medioambiente, lecciones que muchas veces los hombres del derecho olvidamos cuando somos tentados por el lado oscuro del libre mercado y no ser considerados unos parias perros del hortelano (chúpate esa mandarina). Ese trabajo monográfico lo haría junto a Blanca Capcha y Pablo, tocando el tema de Choropampa, el cual salió muy bonito, a tal punto que sería el primer curso que concluiamos en la Universidad.

Cuando más nos acercábamos a diciembre, más brotaba la nostalgia en mi ser, de los amigos, las vivencias, las dificultades, las alegrías y penas. Como los encargados de las puertas y los de las fotocopias y kioskos practicamente nos habían visto crecer y con cariño preguntaban ¿cuánto falta? ¿qué exámenes te restan? no hay problema, si te falta mañana traes. Pues siento que el logro no es solo de uno, que mucha gente de forma desinterasada comparte tu logro y te apoya, hasta el más humilde encargado de mantenimiento, el de puerta, el Sr. que maneja el "burro", entre otros, todos de una forma u otra son testigos y el apoyo siempre se agradece, no es necesario lo material, basta con los buenos modales que reconozcan su trabajo.

EDn 6to año seguí conociendo más compañeros, en el sentido que por fin podría interactuar un poco más, auqnue siempre queda las ganas de compartir un poco más en conversaciones y trabajos grupales como Claudia Guzmán, a quien recuerdo en el evento de las Jornadas Iberoamericanas de Derecho Constitucional; Gisella Barrantes y Karen, a quienes más frecuentaba por messenger y en la U las pocas veces que nos veíamos siempre había un afectuoso saludo; como olvidar a Liliana Campos, brillante penalista y una de las forjadoras de ese espacio académico que representa la Revista Cathedra, la cualsaca adelante junto a otros colaboradores también sanmarquinos y cuyo empeño y determinación la están haciendo avanzar para orgullo no solo de los suyos sino de sus compañeros y que estoy seguro el destino le tiene guardado un sitio especial en aquello personajes protagonistas del cambio. Así también Karen Sudario, otra compañera más de messenger que en carne y hueso, pero ¡es que somos tantos!, Miriam Sotelo a quien me encontraba en el Británico cuando yo estudiaba en el local de la Marina; también están Karim Díaz, cuya entusiasta saludo y cortesía siempre motivaba y alegraba las tardes, donde a veces el cansancio se imponía al deber, pero era menester salir adelante; también está Mayra Rivadeneyra del grupo de Small de los muchachos que llevaban los martes, quien siempre fue muy gentil; Carmen García quien fuera delegada de la Base años atrás, siempre dispuesta a apoyar en las causas donde se requería la solidaridad de los miembros de la Base y a tantos otros compañeros a quienes recordaré, quizá de vista pero siempre con el mayor sosiego y agardecimiento por haber compartido tanto en la carrera.

El último curso evaluado fue sucesiones, un martes 15 de diciembre, acabando con un abrazo fraternal entre los Beatles y el gusto de haber culminado una etapa. Gracias San Marcos y a quienes hicieron todo esto posible.

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