miércoles, 12 de mayo de 2010

MEMORIAS DE UN EGRESADO PARTE 5

Si bien es cierto el 4to año no salió como me esperaba, rescato lo positivo como fueron las cátedras de la Dra. Lucy Camacho, el Dr. Bolaños, Procesal Constitucional con el Dr. Palomino Manchego y las últimas dos cátedras con el Dr. Ñique.

Un día de marzo, con mucho esfuerzo superé las dificultades que represetaban para mi esos dos cursos jalados de los que ya di cuenta, y aunque fue dificil lidiar con esa situación, se logró superar como se deseaba y el camino estaba listo para iniciar el penúltimo año de carrera.

Antes de hablar respecto de ello, me gustaría comentar algunas tradiciones que se estipulan hacer en San Marcos, solo hablaré de las que he hecho.

VIAJAR EN BURRO: Para los mal pensados, Burro es el sistema de transporte san marquino, un bus tipo ENATRU que realiza el traslado perimetral, así como de ida y vuelta de la Universidad a primera y última hora a los diferentes conos que compreden la ciudad. Al vivir en el Callao, nunca tuve la opotunidad de tomar un burro camino a mi casa, pero si muchas veces el perimetral, sobre todo cuando se trataba de ir a la Bilio Central y al rectorado; si bien caminar es muy positivo para la salud, cuando me encontraba sin compañía tenía que tomar el burro, sino la caminata se volvía tediosa y aburrida. Como olvidar los paraderos dentro de la Ciudad Universitaria, algunos de ellos verdaderos vestigios arqueológicos, sobre todo los que sucumbieron a la masacre del campus en la Avenida Venezuela y Universitaria por las obras que hasta ahora no concluyen.

EL HIGADITO DONDE LA TÍA DE LA ESQUINA: Cómo olvidar la primera vez que probé el higadito donde la archi conocida tía, tradición de la que tuve cuenta por obra y gracia de Pablo, quen me la comentó una vez. Fuimos una noche de 2005 a probar si era tan bueno como decían; nunca olvidaré como después de recibirme el sol que costaba la porción, en su mano las dos monedas, con la misma cogía los hígados de pollo crudos y sazonados de un balde donde suelen vender lubricantes para carro; frito en un santiamen te lo servía humeante, sobre una mezcla de lechuga y yuca frita. Después de las convulsiones que me provocaron evr como lo preparaban (gracias Pablo otra ves por la experiencia) lo probé y debo decir que no estaba tan mal, y si bien siemrpe para lleno el puesto de la señora pensaría 2 veces antes de volver a probar.

CALDO DE GALLINA Y CHAUFA EN EL RICO RICO: Tambiéntenía msi reservas con el lugar, sin embargo, hasta ahora no he tenido problemas, es un lugar donde se puede conversar, comer platillos rápidos como un caldo de gallina con su presa, huevo, fideos y su cancha bien tostada; y si no optas por el caldo puesdes comer un chaufa, aeropuerto, tallarín o combinado. Ha sido un lugar al que he frecuentado bastante en mi tiempo de alumno de pregrado, así también sirve para compartir con los tranquilos vecinos del frente, los que moran en el edificio color hueso de la Urbanización Palomino. Claro que ya no es facil cruzar de esquina a esquina por la presencia del "Muro de Berlín", propiamente el by pass en toda la Av. Venezuela.

Sin embargo, circunscribiéndonos a algo más cercano a la facultad, que duda cabe que la Cafetería de Derecho, que hace unos años se trasladó a Economía, es el lugar por excelencia para compartir algo mientras se espera una clase, es la hora del almuerzo o se quiere pasar la noche, ya sea con un milkshake en verano o un cafe en el invierno. Lo bueno del lugar es que te atienden rápido y la comida es agradable, lo malo es que a la hora del almuerzo es una locura y en caso almuerces con "Los Beatles" el almuerzo puede tornarse una verdadera batalla campal. Sin duda alguna que lo memorable de este lugar es el salchipollo, el broasther (que se combina bien con la dieta del apio), el bisteck a lo pobre, la jarra de refresco, el yogurth, la ensalada de frutas y el banana split, y por supuesto el arroz con mariscos, el favorito de Max (jejeje)

Otro lugar que no puede dejar de visitarse es la fotocopiadora de Beto, una verdadera institución en la Facultad de Derecho, cuyo lugar inicialmente estaba en la parte posterior de la facultad, junto al auditorio Jorge Eugenio Castañeda, pero que debido a modificaciones del sitio se reubicó al lado del banco financiero, frente a la cancha de la facultad donde BEto hace las veces de árbitro en algunos encuentros.

Por "Los Beatles" me enteré el último día del 2009 que fui a la facultad, que otro huequito para comer quedaba en la facultad de Matemática, ahora reubicada al lado de la Facultad de Letras y Administración, donde el plato estrella era la tortilla con su arroz, papas fritas y ensalada (hiper calórico) pero que a más de uno sacó de apuros a la hora del almuerzo. También era harto conocida la cafetería de química, varias veces visitada por control sanitario y donde su especial del día, cau cau con refresco a 2 soles, te mandaba derechito a la clínica universitaria.

Los festivales de danza y verbenas también tienen su lugar especial, la mejor manera de integrarse con los compañeros en el plano cultural, musical, artístico y por supuesto con algunas bebidas cuando las orquestas comenzaban a mandar en las noches de verbena. Habían muchas manera de acabar esas jornadas tan frenéticas, pero lo más importante era acabar entero y sin fotos comprometedoras la cuál podrían hacer lamentarse luego.

Así también, cómo dejar de mencionar los cumpleaños en el pasto, al lado de las fotocopiadoras atrás del murito de San Marcos o también en la plazita oscura frente a Ingenería Industrial, la cual ha cedido ante el tema del anillo vial. Es muy emocionante cuando te agasajan en ese lugar, ya sea con una torta de Tottus, Metro o la del panadero de San Juan de Lurigancho, pues te integras con tus compañeros y disfrutas de momentos bastante emotivos. A veces se traía un pollito u algo de comer para compartir y su infaltable ron o incluso, si no había mucho dinero, podrías contar con el Punto G heladito, el Climax, XXX o los vinos de 3.5 con corcho de plástico y registro sanitario en trámite, pero en verdad era lo que menos importaba, pues lo esencial era que todos estén juntos. Si quedaban fuerzas todavía de rigor se iba en mancha a la tripa, y no faltaban los tomaditos que luego se iban a buscar bronca a los de Pando. Claro que otra opción, en caso la gente no quisiera bailar, era ir un rato al Sky y continuar la jarana con las margaritos de Cristal o Brahma, según lo permitiera el bolsillo.

Recuerdo también que en 2007 pude estudiar inglés en el Britanico, haciendo provecho de un descuento especial para sanmarquinos, había olvidado lo placentero que era estudiar idiomas y grande fue mi sorpresa cuando me topé con grandes amigos en el Británico, Angela, Encarnación Poquioma (una entrañanle amiga de la selva ¿Lamud Amazonas si no falla la memoria? quien llegaría a ser consejera estudiantil), Humberto Ruiz (el tío de la Base jajaja), Anderson Terreros, Ignacio Campos entre otros ilustres aspirantes a bilingues.

No podemos olvidar a los certámenes deportivos. Cuando era cachimbo pude vivir el furor de la Copa América de 2004 en las cafeterías de la Universidad, era una verdadera proeza hacer durar una gaseosa de litro para una mesa de 8 personas los 90 minutos que duraba el encuentro y más aún si se iban a suplementario. En algunos casos el Centro Federado ponía su TV en el pasillo, y la gente se arremolinaba en el lugar, hasta se traian carpetas de las aulas para pararse en ellas y poder algo de los partidos, al final, cuando jugaba Perú, era el pretexto perfecto para maldecir a Burga.

El único mundial de futbol que se dio en todo mi pre grado fue el del 2006, el cual se desarrolló obre todo en las mañanas, así que eran pocos los partidos que podían verse en grupo, ya que los horarios de la mayoría eran masivamente nocturnos. Lo que si se vieron fueron las eliminatorias para el Mundial 2006 y 2010, los cuales, una vez más, solo dejaron pena y decepción, aunque eran el pretexto perfecto para no asistir a clases, incluso, muchos profesores a manera de cómplices tampoco asistían cuando habían partidos, peor aún si se jugaba de local.

No cabe duda que en cada rincón de la Universidad y sus alrededores, quienes hemos estudiado tanto tiempo hemos dejado algo de nosotros, sea una risa, una lágrima o cualquier expresión que nos hiciera sentirnos vivos en el momento.

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